Por: Diana De la Vega / Tomado de El Universal

Has ido a Tierrabomba? Sí claro, casi todos hemos ido a Bocachica, a las playas de Punta Arena o pasado frente a Caño de Loro. ¿Pero, has visitado el corregimiento de Tierrabomba? Esta comunidad queda frente al Hotel Hilton y tiene una vista sobrecogedora hacia esta ciudad, que desde allá parece Manhattan.

El corregimiento de Tierrabomba, en la isla de Tierrabomba, es un lugar a donde casi nadie ha ido, con gran potencial turístico y gente talentosa, hermosa, recursiva y abandonada. Es increíble. Hay un pueblo invisible a tan solo cinco minutos en lancha.

“La población ha crecido mucho, creo que sus habitantes ya casi llegan a 4.000”, dice Gilberto Córdoba, líder comunitario conocido como “el Kibbe”. Mujeres, niños, hombres y ancianos se embarcan en las lanchas y llegan a la playa detrás del Hospital de Bocagrande. Todos los días enfrentan al mar, sus olas, los embarques y desembarques.

¿Sabes qué pasa hoy en Tierrabomba? Hoy te puedo decir que no hay basura tirada en la calle. “Tierrabomba hoy tiene otra cara, está más limpia y no hay basura por sus calles”, asegura Henry Córdoba, pastor de Tierrabomba.

Es que la basura ahora se recoge regularmente, va en bolsas y hay contenedores para el reciclaje. Con una sonrisa, María de Jesús Martínez manifiesta que “se ve la diferencia desde que la Fundación Bahía llegó, las cosas están más limpias, eso es lo más importante, que no hay tanto sucio como antes”.

Gestores de cambio

Hace casi dos años la Fundación Bahía y Ecosistemas llegó a Tierrabomba para contribuir a resolver el grave problema de las basuras que estaban tiradas por todas partes, en lotes, patios y calles, afectando la salud de todos.

Tierrabomba cuenta hoy con un Plan de Manejo de Residuos Sólidos diseñado de manera participativa y va camino al reciclaje. Esto ha sido el fruto de un esfuerzo conjunto, pero ante todo de la comunidad que ha respondido con sus líderes, el Consejo Comunitario, los gestores ambientales de Dones de Misericordia, Aseo Urbano, los voluntarios, instituciones y personajes que nos han acompañado.

Ahora, estamos en la etapa de implementación del Plan y vamos a formalizar a los recicladores, con el apoyo del Centro de Acopio Cartagena Amigable, donde la comunidad será la administradora de su propio centro de acopio. Le apostamos a “Tierrabomba Limpia: Cambio Cultural para la Sostenibilidad de la Bahía de Cartagena”, porque el cambio a la limpieza hace toda la diferencia del mundo y es relativamente fácil de lograr si hay voluntad y acompañamiento.

Como dice Saydis González, la líder de los gestores ambientales de Dones, “¡No a la sucieza, sí a la limpieza!”.

Aún tienen problemas

Pero, ¿sabías que en pleno siglo XXI hay aproximadamente 9.500 habitantes en toda la isla de Tierrabomba sin agua y sin alcantarillado? Tierrabomba enfrenta problemas que dependen de la voluntad política para su resolución, y es ahí donde la puerca tuerce el rabo.

Por ejemplo, el tierrabombero gasta parte de su día acarreando y pagando el agua más cara de Colombia. El agua viene de Cartagena en bongos y se almacena en cisternas. El galoncito cuesta 800 pesos, más otros 500 pesos acarrearlo en la zona baja y 1.000 pesos en la zona alta. Y si se acaba el agua de las cisternas, toca ir a comprarla en moto a Punta Arena, con costo adicional del viaje. Eso sí, se puede acabar el agua, pero no la cerveza. ¿Con quién hay que hablar para que haya agua y alcantarillado en esta isla?

No es solo eso

La isla de Tierrabomba necesita agua y alcantarillado, mejor educación, oportunidades para sus jóvenes, un plan de ordenamiento serio para un desarrollo bajo en densidad, orientado al turismo sostenible.

Para empezar, necesita un muelle que ya está diseñado gracias a cartageneros generosos, al que solo le falta algo de financiación. Tierrabomba debería ser una eco-aldea, con energía limpia, baja densidad de ocupación, recolección de aguas lluvias, huertas orgánicas, pesca artesanal, rutas de bicicletas, énfasis en deportes, arte, música, danza y recuperación de su cultura. En otras palabras, un paraíso turístico conectado con la riqueza cultural de esta isla y de su gente. Mejor dicho, debería seguir el camino de Providencia, no el de San Andrés.

Sergio Ramírez, exvicepresidente nicaragüense, habló durante el Hay Festival del vacío que actualmente tenemos en Latinoamérica, ya que carecemos de un discurso político que nos mueva a todos, como el mapalé, y que tenga credibilidad.

Para la Fundación Bahía la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales, la recuperación y valoración de los recursos sociales, son la gran riqueza de este país y este continente. Para nosotros, los cartageneros, se trata de tener una mejor bahía, conscientes de que un entorno sano equivale a mejor calidad de vida. Ahí entran en juego las obras del Canal del Dique, que ojalá se hagan pronto para tener una bahía siempre azul y nadar en aguas limpias. Sin olvidar lo más importante: un entorno sano comienza por unas comunidades sanas, nuestras vecinas.

Y es que no hay nada como un buen vecino. “Tu hermano es tu vecino más cercano”, destaca Yolis Córdoba, vecina de Tierrabomba. Y como buenos vecinos debemos darnos la mano. Tan sencillo: si frenamos el vertimiento de residuos al mar, nos ayudamos a nosotros mismos.

A seguir el ejemplo

Este esfuerzo conjunto que hoy se ve en las calles limpias de Tierrabomba nos sirve de ejemplo para el resto de calles de Cartagena y para sus playas, que necesitan urgentemente atención y limpieza.

El próximo 24 de marzo hay una jornada de limpieza en las playas. ¿Te inscribes en la página web o en las redes sociales de la Fundación Bahía y Ecosistemas?, ¿vamos juntos a recoger y limpiar?