“Cartagena presencia una belleza sin igual estos días. La bahía se transparentó, vuelve a ser similar al mar en las islas del Rosario o San Andrés. El agua deja su color oscuro. ¿Qué pasa? El río Magdalena no tiene agua y por tanto el Canal del Dique no deposita tantos sedimentos y nutrientes del río Magdalena a la bahía. Todo vuelve a ser como antes, un medio oceánico de origen coralino. Hay que dejarse seducir por estos colores que durarán lo que dure el duro verano en la cuenca Magdalena-Cauca, quizás hasta marzo”.
Con estas palabras en su columna de opinión de El Universal, José Yunis Mebarak, Director de la Fundación Bahía y Ecosistemas de Colombia, se refirió al fenómeno que actualmente pueden apreciar cartageneros y turistas en la Bahía de Cartagena.
La bahía ha recuperado su color coralino gracias a la poca agua que expulsa el canal del Dique, motivado por el bajo caudal de un río Magdalena diezmado por el Fenómeno de El Niño, y la dirección de los vientos que en esta época del año arrastran las mareas hacia afuera de la bahía. Esta situación, según expertos, evita que los finos en suspensión que arroja el Dique lleguen a la bahía interna de la ciudad y se aclare el agua.
“Aunque no hay un estudio sobre esto, el bajo caudal del canal del Dique sí debe influir en la coloración de la bahía porque en este momento está arrojando menos sedimento. Sin embargo, hay otros factores que inciden en esto como por ejemplo la afloración de algas y el viento. Por esta fecha los vientos alisios atajan el material que sale del canal; esto se mantendrá hasta el mes de abril”, indicó el capitán Alex Ferrero, director del CIOH.
Según se conoció, en este momento el caudal del canal del Dique expulsa únicamente 50 metros cúbicos por hora al mar, mientras que en el 2010 y 2011, años en que se presentaron grandes inundaciones, el canal arrojaba 2700 metros cúbicos por segundo.
Muestra de la sedimentación a la salida del Dique son las deltas de Pasacaballos, las cuales hace 50 años no existían y hoy tienen más de 3,6 kilómetros de largo, las cuales han sido colonizadas por plantas que toleran la salinidad. Anualmente, para mantener el Dique navegable, se dragan 450 mil metros cúbicos de finos en suspensión.
EL EMISARIO SUBMARINO
Además del Fenómeno de El Niño y los vientos alisios, otro aspecto que determina la transparencia del agua en la bahía de Cartagena es que esta es la primera sequía con el Emisario Submarino de Punta Canoas en pleno funcionamiento.
Según los expertos, el hecho de que las aguas servidas domésticas del alcantarillado salgan a 4 kilómetros y 20 metros de profundidad, al oeste de Punta Canoas, también ayuda a la descontaminación de la bahía.
AGUA SALADA EN EL CANAL DEL DIQUE
Contrario al beneficio de la Bahía de Cartagena, comunidades que habitan cerca de la desembocadura del Canal del Dique indican verse afectadas por el bajo caudal que permite el acceso de agua salada, ocasionando afectaciones en la salud por el consumo.
“El agua del mar salada se está metiendo al dique y los niños estás sufriendo vómito, diarrea y dolor de cabeza. Hace mucho tiempo que no se presentaba esta situación. Necesitamos que nos envíen más agua dulce. La salinidad nos está afectando desde hace dos meses”, señaló María Díaz, habitante de Leticia, vereda de Pasacaballos.
CARDIQUE REALIZA MEDICIÓN
El Universal conoció que un equipo de Cardique realiza una medición en el canal para establecer qué tanto han bajado los grados de contaminación en la bahía, y la afectación en el Dique por la entrada de agua de mar. El estudio revelará la salinidad, conductividad y temperatura del cuerpo de agua.
Tomado de: El Universal
0 comentarios