‘Mors tua vita mea’

Ene 2016

Enero 28, 2016

Desde la progresión de esta catastrófica sequía, el caudal que el canal del Dique recibe del río Magdalena es solo una mínima parte de los miles de toneladas de sedimentos que usualmente transporta.

‘Tu muerte es mi vida’. Cuando le dije a José Yunis de mi intención de titular así mi columna de hoy, me miró horrorizado, pero tuvo que reconocer que esto desafortunadamente es lo que está pasando: menos agua en el río Magdalena, menos sedimento en la bahía de Cartagena.

José, que es un ambientalista integral, es un estudioso del medioambiente que no se limita a teorizar, sabe tanto de la bahía que su exitosísima Fundación Bahía, hasta la fecha, ha recogido toneladas de basura con ayuda hasta de su familia, niños incluidos. ¡Qué buen ejemplo! Sus andares por la bahía con su embarcación a recoger basura lo han llevado a notar el cambio radical de los colores gracias al bajo caudal del río Grande.

Desde la progresión de esta catastrófica sequía, el caudal que el canal del Dique recibe del río Magdalena es solo una mínima parte de los miles de toneladas de sedimentos y nutrientes que usualmente transporta. Y las aguas de la bahía han vuelto a recuperar su color turquesa como en los años setenta, cuando llegué a Colombia, cuando en la bahía había corales, se nadaba, se buceaba, se esquiaba. Una bella foto en Facebook nos muestra una bahía con un color que no se admiraba hace muchos años.

El Gobierno, que está comprometido, ya ha financiado los estudios, y la decisión es iniciar obras este año. Una vez concluyan los estudios de ingeniería, tiene la posibilidad de ver físicamente los resultados de las obras sobre el canal, que, además de la limpieza de la bahía, evitarán que se repitan las inundaciones del 2010 y del 2011, que fueron particularmente duras con el sur del Atlántico, donde se perdieron vidas, viviendas, cultivos, sueños. Si no hay inundaciones, si el agua mejora, la ciudad y sus alrededores prosperarán mucho más, sobre todo por su vocación turística y portuaria. No me parece justo celebrar la nueva transparencia que engalana a la bahía, pero esto sí nos confirma que las toneladas de sedimento y nutrientes son transportadas a través del canal del Dique, y que solo la realización de las obras aprobadas salvará nuestro emblemático cuerpo de agua. Así que, presidente Santos, no más estudios, no más seminarios; sabemos lo que pasa, sabemos cómo arreglarlo, tenemos el dinero para hacerlo, entonces hagámoslo ya, por favor.

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Salvo Basile

Tomado de http://www.eltiempo.com

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